La reclamación de cláusula IRPH grupal permite a muchos hipotecados recuperar importantes cantidades por falta de transparencia
Las claves del proceso
La reclamación de cláusula IRPH grupal se ha convertido, casi sin que nos diéramos cuenta, en uno de esos temas que afectan de lleno a la vida cotidiana de miles de familias. Durante años, muchas de ellas firmaron su hipoteca convencidos de que estaban tomando una decisión razonable, segura, incluso recomendable. Pero un buen día descubrieron, a veces por una noticia, a veces porque un vecino lo comentaba en el ascensor, que ese índice llamado IRPH podría haberles hecho pagar mucho más de lo que deberían.
Y cuando este descubrimiento se repite dentro de un mismo colectivo, cuando son decenas o cientos los que han pasado por la misma situación, nace la fuerza de la reclamación de cláusula IRPH grupal, una vía que cada vez despierta más interés porque permite reclamar en conjunto lo que individualmente parecía una lucha desigual.
En este artículo vamos a recorrer, paso a paso, qué significa exactamente esta figura, qué ha dicho la Justicia en los últimos años y cómo se está moviendo el debate en los tribunales. Pero, sobre todo, vamos a hacerlo con una pregunta en mente: ¿Qué puede hacer ahora una persona afectada para recuperar su dinero y anular la cláusula IRPH de una hipoteca?
Qué es exactamente la cláusula IRPH grupal y por qué genera tanta controversia
El IRPH fue, durante mucho tiempo, uno de los índices oficiales utilizados para calcular los intereses de las hipotecas. Y, sobre el papel, parecía un indicador más, tan válido como el euríbor. Sin embargo, su fórmula escondía algo que pocos consumidores sabían: a diferencia del euríbor, el IRPH se elaboraba con los tipos de interés medios que aplicaban los propios bancos.
Y esto abría la puerta, según han señalado numerosos tribunales, a que el índice fuese sistemáticamente más caro.
Cuando hablamos de reclamación de cláusula IRPH grupal, nos referimos a aquellos casos en los que un conjunto de consumidores recibió ofertas hipotecarias estandarizadas con el IRPH como índice principal sin explicaciones personalizadas ni alternativas reales. Esto suele suceder, por ejemplo:
- En promociones públicas de viviendas, especialmente en comunidades autónomas donde se impulsaron hipotecas con condiciones uniformes.
- Entre empleados de grandes empresas a los que una entidad bancaria ofrecía condiciones similares por convenio.
- En colectivos de clientes que acudían a una misma caja de ahorros, hoy integrada en un banco distinto.
El equipo de Bancario de Lex Hoy lo resume de una forma muy clara: «Lo realmente problemático no es solo el IRPH. Es cómo se vendió. Cuando centenares de consumidores reciben explicaciones idénticas —o directamente insuficientes—, la falta de transparencia deja de ser un accidente para convertirse en un patrón».
Y este matiz, aunque pueda parecer pequeño, es lo que ha permitido que cada vez más reclamaciones grupales avancen con éxito.
Qué ha dicho la Justicia: del Tribunal Supremo al TJUE
La historia judicial del IRPH podría ser perfectamente el guion de una serie: giros inesperados, resoluciones contradictorias, idas y venidas entre España y Europa. Pero, al final, el panorama se ha ido aclarando gracias a varias decisiones clave.
El TJUE abrió un camino decisivo en 2020, cuando explicó que el IRPH no podía ser considerado transparente solo porque fuese un índice oficial. Los bancos, decía el tribunal, tenían la obligación de explicar con claridad cómo se calculaba, qué impacto económico podía tener y qué diferencia existía respecto al euríbor.
En otras palabras: el consumidor debía tener información suficiente para entender qué estaba firmando.
El Tribunal Supremo trató de cerrar el debate meses después, validando en general el uso del IRPH, pero indicando también que los jueces españoles podían declarar la nulidad si había falta de transparencia en una hipoteca IRPH. Esto dejó una puerta abierta que, poco a poco, los tribunales han ido ampliando.
Las resoluciones más recientes del TJUE, en 2023 y 2024, han ido todavía más lejos. Afirmaron que cada juez debe analizar si el consumidor recibió información clara y comprensible, y que la oficialidad del índice no elimina la obligación del banco de explicarlo.
Este criterio ha reforzado notablemente la reclamación de cláusula IRPH grupal, porque cuando un colectivo demuestra que todos recibieron exactamente la misma información insuficiente, la posición jurídica se vuelve mucho más sólida.
En este sentido, el Tribunal Supremo ha insistido este mismo año que es preciso demostrar la falta de transparencia para dar carta de naturaleza a la reclamación de cláusula IRPH grupal. Este artículo publicado hace unos días en el Consejo General de la Abogacía Española es muy significativo al respecto.
Nuestros compañeros consideran que la sucesión de dictámenes judiciales, inicialmente contradictorios, han dado paso a un recorrido judicial más despejado y con fundamentaciones más claras para aquellas personas que desean plantear un contencioso:
«Las sentencias europeas -explican- han devuelto el equilibrio. Hoy, un afectado ya no se enfrenta a un muro, sino a un escenario donde, si hay falta de transparencia, la Justicia está siendo receptiva».
Cómo se tramita una reclamación de cláusula IRPH grupal
Podríamos pensar que una reclamación de cláusula IRPH grupal es compleja, casi inabarcable. Pero la verdad es que, cuando se organiza bien, el proceso resulta mucho más fluido de lo que parece. Todo empieza con algo tan sencillo como identificar al colectivo.
A veces basta con que un vecino lo comente en el chat de la comunidad, o que un antiguo compañero de empresa diga que también firmó con IRPH. De pronto, aparecen diez, veinte, cincuenta personas que se dan cuenta de que su hipoteca nació bajo las mismas condiciones.
Estos son los pasos a seguir:
Identificación del colectivo
Es fundamental delimitar el grupo afectado: vecinos de una promoción, clientes de una misma sucursal, empleados de una empresa. Cuanto más homogéneas sean las condiciones de contratación, más sólido será el argumento.
Recopilación documental
En estos casos, se suelen solicitar las escrituras de préstamo hipotecario y las ofertas vinculantes o FIPER, así como la publicidad, los correos o comunicaciones previas. Por supuesto, también la documentación común que acredite la estandarización de las condiciones.
Reclamación previa ante el banco
Antes de acudir a los tribunales con una reclamación de cláusula IRPH grupal, se presenta una reclamación interna. En la mayoría de los casos, las entidades responden con negativas genéricas, lo que habilita la vía judicial.
Demanda colectiva o demandas individuales agrupadas
Hay dos posibles estrategias:
- Demanda conjunta, si el procedimiento lo permite.
- Demandas individuales coordinadas, que conservan independencia procesal pero permiten unificar pruebas y criterios.
Los compañeros del Área de Bancario de Lex Hoy explican que «la coordinación procesal es clave: cuando los afectados comparten documentos y un mismo patrón de contratación, se aceleran los tiempos y se refuerza la argumentación».
Valoración pericial
El perito financiero calcula cuánto habría pagado el consumidor si su hipoteca hubiera estado referenciada al euríbor. Esta comparación es esencial para cuantificar la devolución cuando se activa una reclamación de cláusula IRPH grupal.

Cuánto dinero se puede recuperar
Una de las cosas que más inquietan a los consumidores es saber si realmente merece la pena presentar una reclamación de cláusula IRPH grupal. Y la experiencia demuestra que sí. No son cantidades simbólicas: en muchos casos, la diferencia entre haber pagado IRPH o euríbor a lo largo de los años supera los diez mil euros. A veces bastante más.
- En una promoción pública de Cataluña, por ejemplo, los vecinos descubrieron un día que prácticamente todos habían firmado el mismo préstamo con IRPH. La reclamación grupal fue casi natural: se conocían, compartían problemas y, de alguna manera, también compartían la sensación de no haber sido informados. Hoy, varios de ellos han recuperado alrededor de 22.000 euros cada uno.
- Algo parecido ocurrió entre los empleados de una empresa logística que recibieron una hipoteca supuestamente ventajosa. Lo que no sabían es que el índice elegido, el IRPH, era significativamente más caro que el euríbor. Cuando lo descubrieron, varios se organizaron con ayuda de un despacho para reclamar. Muchos han recuperado más de 18.000 euros, y alguno incluso confiesa que ese dinero ha sido «un punto de inflexión».
- Y luego están los casos de clientes de antiguas cajas absorbidas por grandes bancos. Allí, la estandarización era tan evidente que las reclamaciones parecían casi calcadas. En algunos procesos se han agrupado más de cien afectados. Sentencia tras sentencia, las devoluciones se han ido encadenando, superando en ocasiones los 25.000 euros.
Lo que muestran todos estos ejemplos es algo sencillo pero importante: cuando la contratación fue masiva y el perjuicio económico está bien acreditado, la reclamación de cláusula IRPH grupal no solo tiene sentido, sino que puede cambiar la situación financiera de muchas familias.
Qué posibilidades reales tiene un consumidor
Es cierto que ninguna reclamación judicial es un camino seguro al cien por cien. Los juzgados pueden interpretar las cosas de manera distinta, los bancos suelen recurrir y los procesos se pueden alargar. Pero también es verdad que, en los últimos años, las decisiones de los tribunales han dibujado un panorama cada vez más favorable para activar la reclamación del IRPH de una hipoteca.
La realidad es que, cuando un afectado demuestra que firmó sin una explicación real sobre el funcionamiento del IRPH, y además forma parte de un colectivo donde se repitió el mismo patrón, las posibilidades de éxito crecen. La clave está en reconstruir cómo se ofreció esa hipoteca y qué información faltó en el momento de decidir.
«No se trata de castigar al banco, sino de restablecer el equilibrio. El consumidor merece saber qué firma. Si no se le explicó, la Justicia interviene para corregir esa desigualdad y, por tanto, aplica plantear una reclamación de cláusula IRPH grupal», explican desde el Área de Derecho Bancario.
Un camino colectivo para reparar años de sobrecoste
La reclamación de cláusula IRPH grupal se ha convertido en una herramienta poderosa para quienes sienten que pagaron más de lo que debían sin saberlo. Y no es solo una cuestión económica; es también una forma de cerrar un capítulo que durante años ha generado frustración, dudas e incluso culpa. Muchos afectados dicen que no reclaman por revancha, sino por claridad y por la necesidad de que las cosas se hagan bien.
Hoy, con una jurisprudencia más abierta y con la experiencia acumulada de miles de reclamaciones, los consumidores no están solos. Y cuando un grupo de personas se une para defender sus derechos, la sensación de vulnerabilidad se transforma en una fuerza colectiva que marca la diferencia.
En Lex Hoy seguiremos explicando este tipo de temas con la mayor claridad posible. Porque al final, entender lo que firmamos —y lo que podemos reclamar— es el primer paso para recuperar el control.

