El equipo de Bancario de Lex Hoy explica cómo reclamar intereses moratorios a un banco en España: requisitos, plazos y claves prácticas
5 cuestiones clave
Hablar de cómo reclamar intereses moratorios a un banco puede sonar técnico, incluso áspero, pero la realidad es mucho más cotidiana de lo que parece. Detrás de esta expresión jurídica tan poco amable hay historias reales: familias que durante años pagaron de más sin saberlo, autónomos que esperaron meses a que el banco les devolviera un cobro indebido, clientes que descubrieron demasiado tarde que la entidad tenía la obligación de abonar también los intereses por el retraso. Y es que, cuando un banco se queda con tu dinero más tiempo del debido, ese tiempo tiene un valor. Un valor legal y, sobre todo, un valor para ti.
En los últimos tiempos, una parte enorme de las consultas que recibimos en Lex Hoy gira alrededor de lo mismo: «¿Puedo reclamar intereses abusivos?», «¿Esto también genera intereses?», «¿Por qué el banco me devuelve solo lo que pagué y no algo más?»
La verdad es que entender cómo reclamar intereses moratorios a un banco es una herramienta de defensa para cualquier consumidor. Y, curiosamente, es una de las partes de la reclamación que más dinero puede recuperar… y también la que más olvidan reclamar los usuarios.
¿Qué son estos intereses moratorios y por qué influyen tanto en tu reclamación?
Antes de entrar de lleno en cómo reclamar intereses moratorios a un banco, conviene entender qué representan exactamente. Los intereses moratorios son, dicho en palabras simples, el precio del retraso. Si el banco te debe una cantidad concreta (porque te cobró de más, cometió un error, aplicó una cláusula abusiva o fue condenado en una sentencia) y tarda en devolvértela, la ley dice que debe compensarte por ese tiempo perdido.
No es un «detalle» ni una «amabilidad». Es una obligación legal que encuentra su base en el artículo 1108 del Código Civil, que habla de intereses desde el momento en que una deuda líquida y exigible no se paga. En el ámbito bancario, los tribunales españoles y europeos han sido contundentes: cuando un consumidor ha pagado algo que no debía, la devolución debe ser completa. Y eso incluye el dinero y los intereses generados desde cada pago indebido.
El equipo de Bancario de Lex Hoy lo resume con una claridad que se agradece: «Los intereses moratorios son parte del daño económico. Si no se reclaman, el consumidor no recupera realmente lo que perdió. Recupera menos».
Y, aunque pueda parecer sorprendente, hablamos de cantidades que a veces superan con creces lo que se pagó de más.
Hace unos meses, por ejemplo, atendimos a Marta, una clienta de Zaragoza que llevaba años peleando por una cláusula suelo. La devolución ascendía a 6.200 euros, pero el banco llevaba casi dos años retrasando el reembolso. El cálculo final de intereses moratorios superó los 1.000 euros.
Marta lo dijo con ironía: «Yo pensaba que lo importante era recuperar lo cobrado de más… y resulta que lo más gordo eran los intereses».
Casos cotidianos en los que sí puedes pedir intereses moratorios
Si estás intentando averiguar cómo reclamar intereses moratorios a un banco, probablemente te preguntes si tu caso concreto encaja. La mayoría de usuarios no sabe que estos intereses se pueden pedir en más situaciones de las que imaginan.
Las devoluciones por cláusulas abusivas son, quizá, el mejor ejemplo. Cuando se anula un micropréstamo rápido, una cláusula suelo, los gastos hipotecarios, el IRPH, una comisión indebida o los intereses de una tarjeta revolving, el banco tiene que devolver lo cobrado de más, pero también los intereses generados desde que se hizo cada pago.
No desde la sentencia ni desde la reclamación, sino desde el día exacto en que salió el dinero de tu bolsillo. Así lo ha reiterado el Tribunal Supremo una y otra vez.
Pero no termina ahí. También puedes reclamar intereses moratorios a un banco cuando la entidad reconoce un error y, aun así, tarda meses en ingresar lo que te corresponde. O cuando una sentencia le obliga a pagarte una cantidad y la entidad se toma su tiempo para cumplirla. O cuando cancelas un préstamo y la liquidación está mal hecha, algo más habitual de lo que se piensa.
Un caso reciente que generó bastante conversación en redes fue el de un joven de Valencia a quien el banco tardó 14 meses en devolverle más de 900 euros en comisiones mal aplicadas. Cuando finalmente ingresaron la cantidad, lo hicieron sin intereses. Él no sabía que podía reclamarlos.
Un familiar le animó a consultar con un abogado su caso (una devolución de los intereses de una tarjeta revolving) y terminó recuperando cerca de 300 euros adicionales solo por el retraso.
A veces, la situación es tan absurda que roza lo cómico. Una vecina de Barcelona que recurrió a la ayuda de Lex Hoy recuerda un caso similar: «Me devolvieron 80 euros. Me dijeron que ya estaba solucionado. Me dio por preguntar si el retraso generaba intereses… y acabé cobrando casi la misma cantidad en intereses que por el error en sí».
Y es que cuando se explica en voz alta parece evidente: si tú tardas en pagarle al banco, te penaliza. Si el banco tarda en devolverte lo que te pertenece, también debe compensarte.
Plazos y cantidades: hasta dónde puede llegar tu reclamación
Saber cómo reclamar intereses moratorios a un banco implica tener claros los plazos y el alcance económico. El tiempo disponible para exigir la devolución suele ser de cinco años, según el régimen general de acciones personales. Aunque cada caso debe analizarse, en la mayoría de escenarios no importa si la devolución fue reciente o se produjo hace tiempo: los intereses pueden reclamarse igual, siempre que el retraso exista.
En cuanto a las cantidades, aquí viene lo interesante. Los intereses moratorios pueden parecer algo anecdótico, pero no lo son. De hecho, en muchas reclamaciones representan entre el 10 % y el 30 % del total recuperado, y en otros casos incluso más. Depende del tipo de interés legal del dinero y del tiempo que el banco tardó en devolverte lo que debía.
Un ejemplo real: una familia que pagó durante cinco años 35 euros mensuales de más por una cláusula suelo. La entidad devolvió 2.100 euros. Pero los intereses moratorios sumaron casi 600 más. Cuando vieron el cálculo final y tenían toda la información sobre cómo reclamar intereses moratorios a un banco, el padre de familia nos dijo: «Jamás pensé que reclamar intereses podía marcar tanta diferencia. Es casi lo que pago de alquiler en un mes».
Cómo reclamar intereses moratorios a un banco paso a paso (de forma realista y sin rodeos)
Aquí llega la parte práctica, esa que al final es la que más buscan los consumidores que quieren saber cómo reclamar intereses moratorios a un banco. El proceso tiene varias etapas, pero lo importante es tener claro qué hay que pedir y cómo justificarlo.
Lo primero es reunir documentación: extractos bancarios, contratos, recibos, cartas, correos, liquidaciones o cualquier documento donde aparezcan las cantidades reclamadas. No hace falta obsesionarse con tenerlo todo perfecto: muchas veces el propio banco está obligado a entregarte los documentos si los solicitas.
Después toca calcular las cantidades. Aquí es donde muchos usuarios sienten vértigo, porque no deja de ser una operación matemática que tiene en cuenta fechas, importes y tipos de interés. No es raro que alguien se equivoque calculando este aspecto, y por eso en Lex Hoy solemos insistir en que un abogado especializado revise estas cuentas. La precisión aquí es esencial: si la cifra no es correcta, el banco aprovechará cualquier error para discutir el resultado.
Una vez hecho el cálculo y conocer los pasos sobre cómo reclamar intereses moratorios a un banco, llega la reclamación formal. Es importante presentarla siempre al Servicio de Atención al Cliente del banco, detallando qué cantidad debía devolverse, cuánto tardó en hacerlo y cuáles son los intereses moratorios exigidos. También conviene explicar de qué normativa se desprende este derecho. Y por supuesto, hay que conservar copia sellada de la reclamación.

A partir de ahí, toca esperar. A la hora de reclamar intereses moratorios a un banco, lo habitual es que la entidad responda negándolo todo, ofreciendo una cifra más baja o evitando mencionar los intereses. Si eso ocurre, no significa que no tengas derecho; significa simplemente que no quieren pagarlos.
En ese punto, muchas personas acuden al Banco de España para reforzar la queja. Su resolución no es vinculante, pero suele ser útil como apoyo. Si aun así el banco no cumple, la vía judicial se convierte en la alternativa final y, en la mayoría de los casos, en la más eficaz.
El equipo de Bancario de Lex Hoy lo explica de forma pormenorizada: «Cuando la reclamación incluye intereses moratorios, es raro que una entidad pague voluntariamente todo lo que debe. La mayoría acaba cumpliendo después de que un abogado intervenga o cuando ve que el asunto va en serio».
Qué dice la jurisprudencia actual: la ley respalda al consumidor de forma clara
Quien quiera entender cómo reclamar intereses moratorios a un banco debe saber que no es un terreno ambiguo. Los tribunales han sido especialmente claros en los últimos años. El Tribunal Supremo, por ejemplo, ha dictaminado en numerosas ocasiones que los intereses por devoluciones relacionadas con cláusulas abusivas deben contarse desde el momento en que se pagaron, no desde la sentencia ni desde la reclamación.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea también ha reafirmado esta idea, recordando que la restitución al consumidor debe ser plena. Y la restitución plena no existe si el banco devuelve solo el dinero principal y se queda con los intereses del tiempo transcurrido. Sería, en palabras de un magistrado, «premiar al banco por incumplir».
Audiencias provinciales de toda España han seguido la misma línea. En el 2022, un tribunal condenó a una entidad a pagar más de 3.500 euros en intereses porque tardó año y medio en devolver los gastos hipotecarios a un consumidor. El juez fue rotundo: «La demora injustificada no puede perjudicar al cliente».
Conclusión: reclamar intereses es reclamar justicia (y recuperar lo que te pertenece)
Al final, entender cómo reclamar intereses moratorios a un banco es comprender que el dinero no solo importa en el momento en que sale del bolsillo, sino también en el tiempo que el banco lo retiene sin derecho. Los intereses moratorios no son un extra, no son un lujo, no son un añadido opcional: son parte de la reparación económica que el consumidor merece.
Muchos clientes se sorprenden al descubrir cuánto dinero habían dejado sin reclamar simplemente por desconocer este derecho. Por eso, si sospechas que el banco pudo deberte intereses, merece la pena revisarlo con calma. A veces la diferencia entre reclamar o no reclamar es tan grande que cambia por completo el resultado económico.
En Lex Hoy analizamos cada caso con detalle y calculamos los intereses moratorios con precisión. Porque recuperar lo que te pertenece no debería ser un privilegio; debería ser lo normal.

