viernes, 26 diciembre 2025

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Reclamación de cláusula suelo: 2 novedades esenciales

Las últimas sentencias sobre la reclamación de cláusula suelo han dejado aún más claro cómo reclamar al banco, cuánto dinero se puede recuperar y qué opciones tienen hoy los consumidores afectados por su hipoteca

Durante años, miles de personas firmaron su hipoteca con la tranquilidad de quien cree que ha hecho lo correcto. Todo parecía claro: un interés variable, ligado al Euríbor, que bajaría si los tipos bajaban. Sin embargo, con el paso del tiempo, algo empezó a no cuadrar. El Euríbor caía… pero la cuota no. Y ahí, casi en silencio, entraba en juego una cláusula que muchos no sabían ni que existía. Por eso, hoy más que nunca, la reclamación de cláusula suelo vuelve a estar en el centro del debate jurídico y del interés de los consumidores.

Y es que, aunque a menudo se presenta como un asunto del pasado, la verdad es que la reclamación de cláusula suelo sigue muy viva. Las sentencias recientes, dictadas en las últimas semanas, confirman que todavía hay margen para reclamar y que muchos bancos continúan perdiendo pleitos por falta de transparencia.

Entender qué pasó, por qué ocurrió y qué se puede hacer ahora es clave para no dejar pasar una oportunidad que, en muchos casos, supone recuperar miles de euros.

Qué son las cláusulas suelo

Las cláusulas suelo son, en esencia, un límite. Un tope mínimo que impide que el interés de una hipoteca variable baje por debajo de un determinado porcentaje. El problema no es solo su existencia, sino cómo se introdujeron en los contratos. Porque, seamos claros, no se explicaron bien. Ni mucho ni poco. Directamente, no se explicaron.

En la práctica, muchas personas pensaban que tenían una hipoteca variable «normal», cuando en realidad estaban pagando como si fuera casi fija. La cláusula suelo aparecía escondida entre párrafos densos, sin resaltarse, sin ejemplos, sin simulaciones que permitieran entender qué pasaría si los tipos bajaban. Y cuando bajaron, bajaron de verdad, el golpe fue evidente.

Por eso los tribunales han insistido tanto en el control de transparencia. No basta con que una cláusula esté escrita; el consumidor debe haber entendido su impacto económico real. Si no fue así, la cláusula es nula. Y si es nula, el banco tiene que devolver el dinero cobrado de más. Así de sencillo. Así de contundente.

Desde el equipo de Derecho Bancario de Lex Hoy lo resumen de una forma muy clara: «El problema nunca fue solo la cláusula suelo, sino el silencio que la rodeó. Nadie explicó al cliente cómo afectaría a su bolsillo cuando el mercado cambiara».

Ultimas novedades judiciales sobre la reclamación de cláusula suelo

En las últimas semanas, varios juzgados han vuelto a dar la razón a los consumidores en procedimientos de reclamación de cláusula suelo. Y no hablamos de casos aislados. Hablamos de resoluciones que confirman una tendencia clara: los jueces siguen examinando con lupa cómo se firmaron esas hipotecas, por lo es de gran relevancia conocer el procedimiento para reclamar una cláusula suelo.

Uno de los puntos más relevantes tiene que ver con los acuerdos de eliminación de cláusula suelo firmados tras el 2016. En su momento, muchos bancos ofrecieron quitar la cláusula a cambio de que el cliente renunciara a reclamar el dinero pasado. Son acuerdos que, sobre el papel, parecían una solución. Pero la realidad es que, en muchos casos, tampoco se explicaron bien.

Algunos tribunales están declarando nulas esas renuncias cuando no consta que el consumidor supiera exactamente cuánto dinero estaba dejando de reclamar. Dicho de otro modo: si no te dijeron «vas a perder X euros», esa renuncia puede no valer. Y eso cambia mucho las cosas.

Como señalan nuestros compañeros de Bancario, «estamos recibiendo consultas de personas que pensaban que ya no podían reclamar. Cuando revisamos la documentación, vemos que la reclamación de cláusula suelo sigue siendo perfectamente viable».

Casos reales que ayudan a entender el problema

A veces, la mejor forma de entender un problema jurídico es ponerle nombre y apellidos. Marta y Luis, por ejemplo, firmaron su hipoteca en 2008. Durante años pagaron cuotas mucho más altas que las de su entorno. Creían que era mala suerte.

O que habían llegado tarde al mercado. No fue hasta que compararon recibos cuando algo hizo clic.

Revisando la escritura, apareció una cláusula suelo del 3,5 %. Nunca se les explicó. Nunca se simuló una bajada del Euríbor. El juzgado declaró la nulidad y el banco tuvo que devolver más de 11.000 euros. Dinero que, durante años, había salido de su cuenta sin que entendieran por qué.

Casos como este se repiten constantemente. También entre autónomos, pequeños empresarios o personas que firmaron hipotecas pensando que no eran «consumidores».

La jurisprudencia reciente es clara: si la hipoteca no se firmó para una actividad profesional concreta, la protección sigue existiendo y la reclamación de cláusula suelo puede prosperar.

Cómo es hoy el proceso para reclamar una cláusula suelo

La reclamación de cláusula suelo no empieza en el juzgado, sino en la escritura. Todo gira en torno a cómo se firmó el préstamo, qué información se dio y qué entendió realmente el cliente. Por eso, el primer paso siempre es analizar la documentación con detalle.

A partir de ahí, se puede intentar una vía extrajudicial, aunque la experiencia demuestra que muchos bancos siguen poniendo obstáculos.

La reclamación de cláusula suelo se ha visto avalada por la jurisprudencia más reciente

Cuando el asunto llega a los tribunales, el juez analiza la transparencia de la cláusula y, si no se acredita, la consecuencia es clara: nulidad y devolución de cantidades.

No hay fórmulas mágicas ni atajos. Cada caso es distinto. Pero cuando la falta de información es evidente, los tribunales suelen ser contundentes.

Cuánto dinero se puede recuperar y por qué merece la pena informarse

Una de las grandes preguntas es cuánto dinero está en juego. Y la respuesta, aunque depende de cada caso, suele sorprender. En muchos procedimientos de reclamación de cláusula suelo, las cantidades recuperadas oscilan entre 5.000 y 15.000 euros, sin contar intereses legales.

Además, cuando el banco pierde, suele ser condenado en costas. Esto reduce considerablemente el riesgo económico para el consumidor y refuerza la conveniencia de analizar el caso con calma, pero sin dejarlo pasar. Este es uno de las muchas polémicas relacionadas con el mercado hipotecario que han azotado la actualidad en los últimos años, como la reclamación de los gastos hipotecarios o las hipotecas multidivisa.

Conclusión: entender lo que firmaste puede cambiarlo todo

La reclamación de cláusula suelo no es una cuestión del pasado ni un tema agotado. Las sentencias recientes lo confirman. Muchos consumidores siguen pagando —o pagaron durante años— más de lo que les correspondía, simplemente porque nadie les explicó bien lo que estaban firmando.

Informarse, revisar la documentación y pedir un análisis profesional puede marcar la diferencia entre resignarse o recuperar un dinero que nunca debió salir de tu bolsillo.

Como dicen desde el equipo de Bancario de Lex Hoy: «Cuando alguien entiende de verdad cómo funcionaba su hipoteca, suele darse cuenta de que reclamar no es una opción, sino una necesidad».

Y al final, de eso se trata. De entender, decidir y actuar con toda la información sobre la mesa.

    Manuel Blanco
    Manuel Blanco
    Junto letras desde 1993. Hoy más que nunca, el mundo necesita periodismo.

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