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Una sentencia de la AP de A Coruña ha decidido cambiar la custodia de un hijo otorgándosela al padre por los problemas de convivencia entre el menor y la madre
La custodia de un hijo acordada en un convenio regulador de la custodia compartida o mediante sentencia judicial no está escrita en piedra y puede modificarse con el paso del tiempo y el cambio de las circunstancias iniciales. Por ejemplo, así como es posible realizar la entrega de custodia voluntaria, también es factible poder cambiar la custodia de un hijo si se considera que es lo más beneficioso para su protección.
Así, la Audiencia Provincial de A Coruña acaba de emitir una sentencia en la que se acuerda cambiar la custodia de un hijo, de tal forma que pase a ostentarla el padre en vez de la madre.
Vamos a desgranar este dictamen judicial, así como la Ley de Protección del Menor, para aclarar por qué se puede cambiar la custodia de un hijo en nuestro país.
El interés superior del menor
La Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor establece en su artículo 2 que «todo menor tiene derecho a que su interés superior sea valorado y considerado primordial en todas las acciones y decisiones que le conciernan, tanto en el ámbito público como privado».
Para evaluar y aplicar el interés superior del menor en cada caso concreto se deben tener en cuenta cuatro grandes criterios:
- La salvaguarda del derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo del menor. Así como su derecho a que se satisfagan sus necesidades básicas:
- Materiales.
- Físicas.
- Educativas.
- Emocionales.
- Afectivas.
- La toma en consideración de sus deseos, sentimientos y opiniones. Además, se debe tener en cuenta el derecho del menor a participar progresivamente en la determinación de su interés superior teniendo en cuenta su:
- Edad.
- Madurez.
- Desarrollo.
- Evolución personal.
- La conveniencia de que el menor crezca un «entorno familiar adecuado y libre de violencia».
- Garantizar el desarrollo de su personalidad, la no discriminación y la preservación de su:
- Identidad.
- Cultura.
- Religión.
- Convicciones.
- Orientación e identidad sexual.
- Idioma.
La Ley de Protección del Menor establece, además, que se deben ponderar estos criterios teniendo en cuenta:
- La edad del menor y su grado de madurez.
- El deber de garantizar que el menor no sufre ningún tipo de discriminación.
- La efecto del paso del tiempo en el desarrollo del menor.
- Garantizar el mayor nivel de estabilidad posible.
- El proceso de preparación del menor hacia una vida adulta e independiente.
Por lo tanto, a la hora de evaluar si es recomendable cambiar la custodia de un hijo es importante recurrir a estos criterios para tomar una decisión que, efectivamente, ponga por delante el interés superior del menor.
El caso analizado por la AP de A Coruña
Un padre de Ferrol reclamó que se procediese a cambiar la custodia de un hijo suyo que ostentaba la madre. Para ello, interpuso una demanda que fue rechazada por el Juzgado de Primera Instancia nº6 de Ferrol. Sin embargo, el padre decidió recurrir dicha sentencia y la Audiencia Provincial de A Coruña le ha dado la razón y ha acordado el cambio de custodia. ¿Cuáles son las claves de este caso?
- El padre demandó el cambio en la custodia alegando que el hijo vivía con la madre «contra su voluntad» y que se había escapado de cada tras un incidente violento entre ambos que evidencia la existencia de una relación maternofilial conflictiva.
- La propia madre reconoce que el padre demandante ejerce de manera excelente dicho rol y el hijo mantiene muy buena relación con la esposa del padre.
- El menor pasó de sacar excelentes calificaciones a tener que repetir curso.
- El propio menor manifestó su deseo de vivir con su padre.
- El informe del Instituto de Medicina Legal de Galicia (IMELGA) apreció la sólida relación entre el hijo y el padre, pero consideró que no era aconsejable realizar el cambio de custodia porque los problemas entre madre e hijo podrían ser consecuencia de «una falta de asunción de las normas de convivencia y disciplinarias por parte del hijo, así como una aceptación sin reservas de estas conductas y validación de las mismas por parte de su progenitor».
Habida cuenta de estas claves y de la jurisprudencia del Tribunal Supremo que pone el foco en el interés del menor, la Audiencia Provincial de A Coruña avaló cambiar la custodia de un hijo porque el menor necesita recuperar la convivencia habitual con su padre para:
- Alcanzar una mayor estabilidad.
- Superar los conflictos con su madre.
- Mejorar sus actitudes propias de la adolescencia.
- Fortalecer la relación con ambos progenitores.

La importancia de la opinión del menor adolescente
En esta decisión sobre cambiar la custodia de un hijo jugó un papel esencial la audiencia del menor. Como apuntamos antes, a la hora de garantizar el interés superior del menor se deben tener en cuenta su participación creciente en la toma de decisiones, su edad y su nivel de madurez.
En este sentido, resulta evidente que la opinión, emociones e ideas de un adolescente de 14 años deben ser tenidos muy en cuenta a la hora de decidir si cambiar la custodia de un hijo.
Durante la audiencia al menor tanto en el Juzgado de Primera Instancia como en la la AP de A Coruña, el adolescente:
- Mostró su malestar psicológico.
- Defendió que no se encontraba cómodo junto a su madre.
- Declaró que su madre no era capaz de encontrar soluciones a los conflictos entre ambos.
- Manifestó que su padre le ofrecía más seguridad y le prestaba más atención.
Por lo que la Audiencia Provincial de A Coruña consideró que la opinión del menor debía ser tenida en cuenta a la hora de dictar la sentencia.
Cambiar la custodia de un hijo para ayudarle a afrontar las turbulencias de la adolescencia
Este caso pone de manifiesto que, en determinadas ocasiones, cambiar la custodia de un hijo de manera pactada entre las partes o a través de una demanda judicial puede ser la mejor forma de ayudarle a transitar por la adolescencia.
La vida de los progenitores cambia con el paso del tiempo, en ocasiones, un padre o una madre que podía dedicarle mucha atención al menor cuando se acordó el régimen de custodia, puede haber perdido parte de su tiempo disponible. Además, la adolescencia está llena de cambios emocionales y vitales que pueden alterar por completo la relación de un menor con sus progenitores.
Por eso, como bien indican la ley y la jurisprudencia, hay que tener en cuenta siempre el interés superior del menor y tomar las decisiones que vayan a ser más beneficiosas para él.
En definitiva, esta sentencia de la AP de A Coruña evidencia que es posible cambiar la custodia de un hijo si tiene problemas con uno de sus progenitores y se estima que el otro puede darle mayor seguridad y estabilidad.